“Me deja atónito el pensar en la cantidad de cristianos que
miran aquellos programas de televisión banales, vacíos, tontos, triviales,
sugestivos y poco modestos que miran la mayoría de los no creyentes. Luego se
preguntan por qué sus vidas espirituales son débiles y su experiencia en la
adoración poco intensa y profunda. Si realmente quiere escuchar la Palabra de
Dios de la manera en que El quiere que se escuche: en verdad, gozo y poder,
apague el televisor el sábado por la noche y lea algo verdadero, grande,
hermoso, puro, honorable, excelente y digno de alabanza (vea Filipenses 4:8).
Entonces observe como su corazón comienza a sentir hambre por la Palabra de
Dios” (J. Piper). FORMATO: PDF [Descargar]
“Me deja atónito el pensar en la cantidad de cristianos que
miran aquellos programas de televisión banales, vacíos, tontos, triviales,
sugestivos y poco modestos que miran la mayoría de los no creyentes. Luego se
preguntan por qué sus vidas espirituales son débiles y su experiencia en la
adoración poco intensa y profunda. Si realmente quiere escuchar la Palabra de
Dios de la manera en que El quiere que se escuche: en verdad, gozo y poder,
apague el televisor el sábado por la noche y lea algo verdadero, grande,
hermoso, puro, honorable, excelente y digno de alabanza (vea Filipenses 4:8).
Entonces observe como su corazón comienza a sentir hambre por la Palabra de
Dios” (J. Piper). FORMATO: PDF [Descargar]


No hay comentarios.:
Publicar un comentario